Trabajo final para obtención de título: Licenciatura en Enfermería.

Este trabajo de investigación describe las situaciones que facilitan, predisponen o propician la adicción por medicamentos al uso indebido de Nubaína (Nalbufina), Klosidol (Dipirona – D-Propoxifeno), Benzodiazepinas, por parte del personal de Enfermería en los servicios de Terapia Intensiva y Emergencias (servicios especiales de efectores oficiales).
Existen características del trabajo de enfermería, que deben considerarse como predisponentes a la adicción. Así el “grado de trabajo “se relaciona al gasto energético efectuado para la realización de tareas, turnos rotativos, trabajar los fines de semana, realizar jornadas de ocho horas de trabajo e inclusive, en ciertas ocasiones, actividades de dobles turnos, o el hecho de trabajar en más de una institución. Sumado a ello podemos mencionar también escasos descansos, y lugares poco apropiados para ese fin. Otros abordajes que se aproximan o justifican nuestro enfoque provienen del análisis del Síndrome de “Burnout”.
Para ver la ocurrencia de estos factores en la realidad de la Atención Pública se aplicó una encuesta al personal de enfermería del sector de Terapia Intensiva y Emergencias del Hospital Dr. Ramón Madariaga.
Al culminar éste trabajo podemos o estamos en condiciones de decir que la Enfermería es un servicio en el cual están presentes prácticamente todos los factores predisponentes a la adicción por Nubaína (Nalbufina), Klosidol (Dipirona – D-ropoxifeno), Benzodiazepinas. La administración de medicamentos es tarea propia o específica del personal de enfermería; de modo que necesariamente maneja y aplica medicamentos, en las más diversas presentaciones y vías de administración. En consecuencia es enfermería la encargada de realizar la administración y de efectuar los correspondientes registros.
Entre éstos medicamentos se pueden reconocer aquellos que como efectos colaterales pueden producir dependencia (Por Ej.: Nubaína (Nalbufina), Klosidol (Dipirona – D-Propoxifeno), Benzodiazepinas); aclaremos que los mismos deben ser “prescriptos y controlados por el médico.”

Trabajar en constante relación con personas enfermas, en contacto con el dolor y la muerte; no tener un turno fijo, obtener baja remuneración que obliga a más de la mitad (56,2%) del total del personal de emergencias y terapia intensiva a trabajar en más de una institución, lo que representa al menos 16 hs. de trabajo diarias y continuadas, entre otras cuestiones, contribuyen a fortalecer los factores predisponentes a la adicción. Desde los resultados obtenidos en este trabajo la “baja remuneración”, conlleva a la necesidad de obtener un doble empleo que significa jornadas de dieciséis horas laborales diarias y continuadas. Situación que produce restricción de los tiempos destinados a actividades gratificantes a la esfera personal, restando además calidad en los tiempos destinados a la recreación y al fortalecimiento de los vínculos y roles familiares.
Se destaca que el trabajo de enfermería en sectores cerrados (como terapia intensiva y emergencias) son estresantes e impiden establecer relaciones humanas capaces de satisfacer no solo las necesidades de los pacientes y su familia, sino también a las inherentes a su condición de “persona”. Es así que todos refieren realizar doble turno por cuestiones económicas, ya que “la profesión de enfermería en el país es poco remunerada o subremunerada”.
La insatisfacción y la fácil accesibilidad a los fármacos que tiene el personal de enfermería potencian la susceptibilidad a su consumo.

Respecto a la estimulación para un mejor desempeño de las funciones específicas de enfermería medido en términos de capacitación, el porcentaje es muy bajo: 18,8%; con el agravante de que no se trata de iniciativas institucionales sino que se deben al “interés personal”
Prueba de ello el 71,9 % del total del personal de enfermería de estos sectores se automedica. Según ellos aclaran que “lo único que toman sin indicación médica no pasa más allá de ser analgésicos, antinflamatorios, etc.”. Además los que trabajan en más de un empleo reconocen que duermen poco, otros “toman tranquilizantes” pero mencionan que en“muy raras ocasiones”. Lo que alarma de ésta situación es de que relatan que “el trabajar tantas horas conlleva a dormir menos horas de lo recomendado” por lo cual comienzan con “cefaleas”, para calmar ese “dolor” se ven impulsados a tomar algún “analgésico”. Con el tiempo, el analgésico debe ser más fuerte para conseguir el efecto deseado.
Para concluir, se considera importante seguir utilizando la herramienta de la investigación para profundizar el estudio sobre esta temática, primordial en la profesión.
La salud mental entendida como un requisito para lograr un buen desempeño en el campo profesional amerita de la toma de conciencia sobre esta realidad.