Trabajo final para obtención de título: Licenciatura en Enfermería.

Uno de los procedimientos más reiterativos que realiza habitualmente el personal de enfermería es administrar medicamentos inyectables por distintas vías. Situación que se constituye en una de las acciones más riesgosas, según el proceder posterior a la administración de los mismos cuando coloca el protector de la aguja en lugar de descartarla en un envase previamente preparado para tal efecto. En ocasiones este material de desecho se encuentra contaminado, lo que expone a complicaciones no deseadas.
Por la importancia del tema existen normativas universales de bioseguridad que rigen las actuaciones para evitar riesgos.
Las autoras de este trabajo realizaron un estudio exploratorio en una institución privada de la ciudad de Posadas a los fines de observar el cumplimiento de estas normas universales en la práctica diaria. Por la complejidad la institución seleccionada se decidió realizar el seguimiento del personal de enfermería que trabaja en el primer piso, ya que el mismo cuenta con un giro de 16 camas para adultos y 3 camas pediátricas. Se realizaron observaciones en los distintos horarios en que administraba la medicación inyectable, para ello se concurrió en distintos momentos del día para abarcar los tres turnos en el lapso de una semana.
Una vez finalizado el presente informe y luego de examinar cuidadosamente los resultados obtenidos desde nuestra observación y posterior análisis, concluimos que las normas de bioseguridad no se cumplen en su totalidad en cuanto al uso y forma de descarte del material cortopunzante utilizados en la administración de inyectables. En la mayoría de las observaciones se comprobó que las agujas son reencapuchadas y en algunos casos también reutilizadas por el personal de enfermería. Prueba de ello es de un total de 480 observaciones el 70% colocó el capuchón a las agujas utilizadas una vez realizado el inyectable. De dicho porcentaje solo el 22 % utiliza la técnica de una sola mano al reencapuchar la aguja utilizada. Y en el momento de descartar las agujas el 61 % lo hizo con el capuchón puesto directamente al descartador.
Recomendaciones y sugerencias: Evitar el empleo de agujas cuando hay fundamento científico para hacerlo.
Evitar poner el protector a las agujas.
Adquirir formación sobre los patógenos de transmisión sanguínea y seguir las prácticas recomendadas por las normas de bioseguridad en lo referente a la prevención de las infecciones, entre ellas la vacuna contra la hepatitis B.
Defender la vigilancia y las prácticas de trabajo seguras, con inclusión del acopio de datos.
Formar e influir a favor del desarrollo de una tecnología más segura.
Defender los exámenes y pruebas, el asesoramiento posterior a la exposición, la profilaxis, la ayuda jurídica y los grupos de apoyo al personal en riesgo.
Comprar material descartable priorizando sobre cualquier otro equipo.
Establecer o mantener un sistema de eliminación seguro y completo acorde a las normas universales
Fomentar la conciencia de la bioseguridad en el personal de enfermería.
Evaluar las iniciativas de prevención y facilitar observaciones sobre los resultados.